Mi niño

Santiago, 23 de marzo 2015

Pequeño Francisco:

Quizás sea tarde, o muy temprano para hablar de esto, lo importante es que te quiero y que sepas esto me hace fuerte. Cuando naciste y te vi en manos de la mamá, mi vida cambió porque tu llegaste a ella, y que estés conmigo en estos momentos me hace el padre más feliz del mundo.

Eran las 7 am y como todos los días me levantaba para ir a estudiar, a tu edad era solo un niño que había pasado sus dos últimos años sufriendo por bullying; tanto me molestaron y fueron muchas las noches en las que lloré solo y con mis padres, me hice fuerte y poco a poco lo fui superando sólo. Al principio en mi hogar no era todo tan tranquilo, yo peleaba mucho con mis hermanos y por ser el más chico siempre salía perdiendo.

Cuando ya pude superar mis problemas con mis compañeros de kinder, y me di cuenta que a mi corta edad estaba siendo un niño tranquilo y muy bien educado, supe en ese momento que mi vida tenía un sentido , y que a pesar de los problemas pude salir adelante con mi familia, amigos y vecinos.

Si el sentido de la vida es disfrutar, quiero que la disfrutes hasta cuando seas un anciano; vas a llorar, te caerás, te van a botar, sufrirás, vas a pasar por muchos problemas y un día, un santo día te darás cuenta que de la nada estarás sonriendo y llorando de alegría por haber superado todas esas adversidades. Cuando tenía 9 años los problemas volvieron a mi casa, mis padres peleaban más que nunca y yo tenía que afrontar las consecuencias por no saber como reaccionar ante esas situaciones, entonces fue cuando un día salí de mi casa a llorar por mi vecindario, por al menos una hora pude sentir que ya no disfrutaría mi vida... me dirigí al puente Resbalón, miraba el Rio Mapocho, eran eso de las 20:30 cuando subí a uno de los tantos peldaños del puente y tuve la necesidad de tirarme y no volver más a mi casa. Un curadito pasaba por ahí y me dijo que hacía con mi vida, lo miré llorando y le dije que en mi casa habían muchos problemas y que no sabía como enfrentarlos, me acuerdo muy bien como él estaba: mal vestido, con un carrito y un perro. Cuando avanzó un par de metros me dijo algo que nunca se me olvidará, es quizás el mejor mensaje que he recibido en mi vida...

"Si piensa en matarte por eso, entonces no sabes lo que yo he vivido cabrito... si tus papás te vieran estarían llorando ahora mismo, pero aprovecha de irte, por que una vez allá abajo, no volverás a tu casa"

Poco rato después bajé de los peldaños, y abracé a aquel hombre, nunca me mencionó su nombre, tampoco de donde venía, pero me habló lo que quizás no todos se atreven a decir, la verdad. Decir que en sus brazos me encontré totalmente despejado del mundo que me rodeaba, y por un momento, sólo por eso momento juntos me sentí como su hijo.

Así seguí con mi vida, así pude entender el sentido que tiene superar las adversidades de a poco, de llegar a un punto en el que nos damos cuenta que nos vamos perfeccionando y conociendo uno mismo. Lucha y se fuerte, no te rindas con facilidad, hay mucha gente que querrá verte en el suelo, y tienes que demostrarles que valió la pena seguir adelante cuando lo que mas pasaste era caerte.

Francisco, me despido diciendo que eres un gran hijo, y un buen niño. Lamento si es que algún día fallé contigo, pero te amo, y que yo sea tu padre me hace mas fuerte. Recuerda que no estás sólo, y que poco a poco la vida te irá forjando para convertirte en un verdadero hombre.

Te amo.

Atte: Brian Emilio








Comentarios

  1. Brian:

    No justificó el texto, lo que afecta la presentación del trabajo.
    Faltas ortográficas mínimas, pero hay.

    NOTA: 63

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares